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sábado, 5 de abril de 2014

¿Busca usted realmente la fe verdadera?


¿Busca usted realmente la verdad? ¿Trata de hallarla? Probablemente contestaría: “¡Por supuesto que sí!”.

Pero mucha gente no busca realmente la verdad. De hecho, puede que ni siquiera quieran creerla. ¿Por qué no querría creer alguien que Dios existe y que la Biblia, con sus promesas sobresalientes en cuanto al futuro, es Su Palabra maravillosa?
Para algunas personas, el aceptar esos hechos tal vez requiera que hagan cambios en su modo de vida. Debido a que no quieren poner su vida en armonía con los caminos de Dios, se inventan dudas y objeciones para convencerse de que lo que dice la Biblia no es cierto.

Hasta pudiera haber ciertos individuos en la congregación cristiana que sean así. La verdad les parece buena, pero quizás todavía estén aferrados a alguna práctica secreta que ellos saben que se prohíbe en la Palabra de Dios. Así que se rezagan o se van deslizando poco a poco. La Biblia dice: “Algunos, por no haber hecho caso a su conciencia, han fracasado en su fe”. (1 Timoteo 1:19, Versión Popular.)

Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, a muchas personas les molestó la verdad. Porque querían hacer las cosas a su manera, rehusaban aceptar las pruebas sólidas que se les presentaban. Al citar unas anteriores palabras proféticas, Jesús dijo que el corazón de ellas no era receptivo. Habían cerrado sus ojos y oídos ‘para nunca ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni captar el sentido de ello con el corazón y volverse’ a fin de que se les sanara en sentido espiritual. (Mateo 13:14, 15.)

La gente de ese tipo quizás diga simplemente que las cosas no se han aclarado. Algunos que se oponían a Jesús le preguntaron: “¿Hasta cuándo has de tener nuestras almas en suspenso? Si eres el Cristo, dínoslo francamente”. Pero no era culpa de Jesús que ellos no entendieran; era culpa de ellos mismos. Jesús les contestó: “Se lo dije a ustedes, y sin embargo no creen. Las obras que hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio acerca de mí. Pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas”. (Juan 10:24-26.)

Si alguien no quiere oír, ni captar el sentido de la verdad ni volverse para que se le sane, Satanás el Diablo se aprovechará de ese hecho. Satanás ciega “las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través a ellos”. (2 Corintios 4:4; vea también Mateo 13:10-15.)

¿Significa eso que no hay esperanza de oír y entender las buenas nuevas? ¡Claro que no significa eso! Lo que significa es que depende en gran manera de usted, el oyente.

Lo que la Biblia dice le parece verdad si usted realmente busca la fe verdadera. Los orgullosos y arrogantes líderes religiosos, que no quisieron escuchar, se opusieron a Jesús. Pero ¿qué hay de las muchedumbres? Pues, ¡ellas “quedaron atónitas por su modo de enseñar”! Hasta los oficiales que fueron enviados para arrestarlo regresaron con este informe: “Jamás ha hablado otro hombre así”. (Mateo 7:28; Juan 7:46.)

Si usted está buscando la verdad, si está tratando de hallar el camino de Dios y está dispuesto a poner en práctica en su vida la Palabra de él, hallará la fe verdadera. Jesús dijo: “Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados”. “Conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí.” “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen.” “Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.” (Mateo 5:6; Juan 10:14, 27; 18:37.)

La fe es un fruto producido por el espíritu santo de Dios (Gálatas 5:22, 23).
Si usted pide en oración conocimiento exacto y fe, a la vez que hace realmente un esfuerzo por adquirirlos y vivir en armonía con ellos, Dios le ayudará. Como dijo Jesús: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá”. (Mateo 7:7.)

Aunque usted tenga un problema en que necesite seguir trabajando, Dios le ayudará. Las Escrituras inspiradas dicen: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”. (Proverbios 3:5, 6.)
Dios “ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). Sabe si uno está buscando la verdad y la justicia y si uno está dispuesto a hacer las cosas a la manera de él, que es la correcta. Si usted se acerca a Dios, él se acercará a usted. (Santiago 4:8.)

¿Es usted así? ¿Trata realmente de hallar la fe verdadera? ¿Ha oído la enseñanza del Padre y ha abierto usted su mente a ella? ¿La ha aprendido y la ha aceptado? Y para ajustarse a los justos caminos de Dios, ¿ha arreglado los asuntos que pudieran haber sido problemas en su propia vida?

Si así es, las siguientes palabras de Jesús le pueden dar ánimo: “Está escrito en los Profetas: ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová.’ Todo el que ha oído de parte del Padre y ha aprendido viene a mí”. (Juan 6:45.)

Artículo publicado en la revista "La Atalaya" del 01 de Junio de 1984. Para complementar el tema lea el libro "¿Qué enseña realmente la Biblia?".
Ambos editados y distribuidos por los testigos de Jehová

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