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lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Qué sucede cuando uno muere?

 Capítulo 8

 PUEDE que usted conozca el vacío que se siente cuando la muerte priva a uno de un ser amado. ¡Qué triste e impotente puede sentirse uno! Es natural preguntar: ¿Qué le sucede a uno cuando muere? ¿Está uno vivo todavía en algún lugar? ¿Será posible que alguna vez aquí, en la Tierra, los vivos puedan disfrutar de nuevo de la compañía de los que ahora están muertos?

 
¿Qué le sucedió al primer hombre, Adán, cuando murió? Cuando Adán pecó, Dios le dijo: “Volverás al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Génesis 3:19) Antes de que Dios creara a Adán del polvo, no había ningún Adán. Adán no existía. Por eso, Adán, cuando murió, regresó a aquel mismo estado de inexistencia.

 
¿Qué es la muerte?  La muerte es lo contrario de la vida. La Biblia muestra esto en Eclesiastés 9:5 y 10. estos versículos dicen: “Porque los que viven saben que han de morir: pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. Todo lo que te viniere á la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.”

 
¿Qué les sucede a las facultades mentales de uno cuando muere?

 
Esto significa que los muertos no pueden hacer nada ni pueden sentir nada. Ya no tienen pensamientos, como declara la Biblia: “No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna. Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Salmo 146:3, 4)

 
¿Por qué cesan de funcionar todos los sentidos de uno cuando uno muere?
 
En la muerte, el espíritu del hombre, su fuerza vital, o de vida, que se sostiene por la respiración, “sale.” Ya no existe. Por eso los sentidos humanos del oído, la vista, el tacto, el olfato y el gusto, que dependen de que el hombre pueda pensar, dejan de funcionar. Según la Biblia, los muertos entran en un estado de inconsciencia completa.

 
¿Cómo muestra la Biblia que los humanos muertos y los animales muertos se encuentran en la misma condición?

Cuando están muertos, tanto los humanos como los animales se hallan en este mismo estado de inconsciencia completa. Note cómo la Biblia indica esto: “Como muere el uno, así muere la otra; y todos ellos tienen un solo espíritu, de modo que no hay superioridad del hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad. Todos están yendo a un solo lugar. Todos procedentes del polvo han llegado a ser, y todos están volviendo al polvo.” (Eclesiastés 3:19, 20)

 El “espíritu” que hace que los animales vivan es lo mismo que hace que los humanos vivan. Cuando sale este “espíritu” o fuerza de vida, que es invisible, tanto el hombre como la bestia regresan al polvo del cual están hechos.

 El alma muere Algunas personas han dicho que lo que hace que el hombre difiera de los animales es que el hombre tiene alma, pero los animales no. Sin embargo, Génesis 1:20 y 30 dice que Dios creó “almas vivientes” para que vivieran en las aguas, y que los animales tienen “vida como alma.”
 En estos versículos algunas Biblias usan palabras como “seres vivientes” y “vida” en vez de “alma,” pero otras, como la Versión Moderna, muestran que la palabra “alma” es lo que aparece en el lenguaje original. Entre las referencias de la Biblia a los animales como almas se halla Números 31:28. Allí se habla de “un alma de cada quinientas, del género humano y del ganado vacuno y de los asnos y del ganado lanar.”

 Puesto que los animales son almas, cuando ellos mueren sus almas mueren. Como dice la Biblia: “Toda alma viviente murió, sí, las cosas que había en el mar.” (Revelación 16:3) ¿Qué hay de las almas humanas? Dios no creó al hombre con un alma. El hombre es un alma. Por eso, como esperaríamos, cuando el hombre muere, su alma muere.

Vez tras vez la Biblia dice que esto es verdad. Jamás dice la Biblia que el alma sea imperecedera o que no pueda morir. “Todos los que van bajando al polvo se encorvarán, y nadie jamás conservará viva su propia alma,” dice Salmo 22:29. “El alma que esté pecando... ella misma morirá,” explica Ezequiel 18:4 y 20.

 Y si usted busca Josué 10:28-39, hallará siete lugares en los cuales se dice que al alma se le da muerte o se le destruye.


 ¿Cómo sabemos que Jesucristo el alma humana murió?

En una profecía acerca de Jesucristo, la Biblia dice: “Derramó su alma hasta la mismísima muerte . . . y él mismo llevó el mismísimo pecado de muchas personas.” (Isaías 53:12)
La enseñanza del rescate prueba que fue un alma (Adán) quien pecó, y que para rescatar a los humanos tenía que sacrificarse un alma (un hombre) correspondiente.

Cristo, al ‘derramar su alma hasta la muerte,’ suministró el precio de rescate. Jesús, alma humana, murió.

 Como hemos visto, el “espíritu” es algo que difiere de nuestra alma. El espíritu es nuestra fuerza de vida. Esta fuerza de vida se halla en cada una de las células corporales de los humanos y de los animales. Está sostenida, o se mantiene viva, por la respiración.

 Entonces, ¿qué significa el que la Biblia diga que en la muerte “el polvo vuelve a la tierra . . . y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio”? (Eclesiastés 12:7) En la muerte, con el tiempo la fuerza de vida sale de todas las células corporales y el cuerpo empieza a descomponerse. 

 
Esto no significa que nuestra fuerza vital o fuerza de vida parte literalmente de la Tierra y viaja a Dios a través del espacio. Más bien, el espíritu regresa a Dios en el sentido de que ahora nuestra esperanza de vida futura está enteramente en manos de Dios. Solo por Su poder puede el espíritu, o la fuerza de vida, ser dada de nuevo de modo que volvamos a vivir.—Salmo 104:29, 30.
 

Aunque Lázaro había muerto, ¿qué dijo Jesús acerca de la condición en que se hallaba?

Lo que le pasó a Lázaro, quien estuvo muerto por cuatro días, nos ayuda a entender la condición de los muertos. Jesús había dicho a sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño.” Sin embargo, los discípulos respondieron: “Señor, si está descansando, sanará.”

 Jesús entonces les dijo claramente: “Lázaro ha muerto.” ¿Por qué dijo Jesús que Lázaro estaba durmiendo cuando en realidad Lázaro había muerto? Veamos.

 Cuando Jesús se acercó a la aldea donde Lázaro había vivido, Marta, la hermana de Lázaro, fue a recibirlo. Pronto ellos, junto con muchas otras personas, fueron a la tumba donde habían puesto a Lázaro. Era una cueva, y había una piedra contra ella. Jesús dijo: “Quiten la piedra.”

 Puesto que Lázaro había estado muerto por cuatro días, Marta protestó: “Señor, ya debe heder.” Pero la piedra fue quitada, y Jesús clamó: “¡Lázaro, sal!” ¡Y Lázaro salió! Salió vivo, todavía con envolturas mortuorias. “Desátenlo y déjenlo ir,” dijo Jesús.—Juan 11:11-44.

 Ahora piense en esto: ¿En qué condición se halló Lázaro durante aquellos cuatro días en que estuvo muerto? ¿Había estado en el cielo? Él era un hombre bueno. Sin embargo, Lázaro no dijo nada de que hubiera estado en el cielo, lo cual de seguro habría hecho si hubiera estado allí. No; Lázaro estaba realmente muerto, tal como Jesús dijo que estaba. Entonces, ¿por qué dijo Jesús al principio a sus discípulos que Lázaro solamente estaba durmiendo?

 Pues bien, Jesús sabía que Lázaro, ya muerto, estaba inconsciente, como dice la Biblia: “Los muertos . . . no están conscientes de nada en absoluto.” (Eclesiastés 9:5) Pero a una persona viva se le puede despertar de un sueño profundo. De manera que Jesús iba a mostrar que, mediante el poder de Dios que se le había dado, su amigo Lázaro podía ser despertado de la muerte.

 Cuando alguien se ha sumido en un sueño muy profundo, no recuerda nada. Algo similar sucede en el caso de los muertos. No sienten nada. Ya no existen. Pero al tiempo debido de Dios los muertos que son rescatados por Dios serán levantados a la vida. (Juan 5:28) Este conocimiento debería hacer que deseáramos obtener el favor de Dios. ¡Sí!, aunque muramos Dios nos recordará y nos traerá de vuelta a la vida.

 Además, hermanos, no queremos que estén en ignorancia respecto a los que están durmiendo en la muerte; para que no se apesadumbren ustedes como lo hacen también los demás que no tienen esperanza. Porque si nuestra fe es que Jesús murió y volvió a levantarse, así, también, a los que se han dormido en la muerte mediante Jesús, Dios los traerá con él.

(1 Tesalonicenses 4:13, 14)

Porción del libro "Usted puede vivir para siempre en el paraiso en la tierra" publicado por los Testigos de Jehová en el año 1989. Para mayor informacion puede escuchar "¿Será posible que los muertos vuelvan a vivir?"