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miércoles, 11 de junio de 2014

¡Obedezca las advertencias puestas delante de nosotros! (Segunda parte)

No desatienda la autoridad dada por Dios

Judas entonces hizo referencia a los “hombres impíos” y dijo:
“De igual manera, no obstante, estos hombres también entregados a sueños, están contaminando la carne y desatendiendo el señorío y hablando injuriosamente de los gloriosos”. (Judas 8)

“De igual manera”, o, evidentemente, del mismo modo como la gente degradada de Sodoma y las ciudades circunvecinas contaminaron su carne mediante relaciones sexuales relajadas y contranaturales, así los hombres mal intencionados que se metían disimuladamente entre el pueblo de Dios contaminaban el cuerpo carnal. No tenían ningún respeto al consejo apostólico de ‘huir de la fornicación’.—1 Corintios 6:18-20.

Aquellos intrusos también estaban “entregados a sueños”, tal vez porque procuraban apoyar sus puntos de vista con sueños proféticos fingidos. (Compare con 2 Pedro 2:1; Deuteronomio 13:1-5.) En cuanto a eso, puede que sus sueños consistieran en impuras fantasías sexuales, o es posible que esta expresión signifique que sus enseñanzas simplemente eran engaños, “ilusiones”. (JB)

En todo caso, aquellos “hombres impíos” buscaban modos de dar adelanto a sus oportunidades de cometer inmoralidad sexual, y pensaban que podían entregarse a conducta inmunda sin que se les castigara. ¡Que ninguno de los testigos de Jehová de hoy día caiga en esa trampa! Es indiscutible el hecho de que el Juez Supremo ejecuta juicio sobre los que practican inmoralidad y no se arrepienten.—Génesis 18:25.

Aquellos ‘soñadores’ inmorales también ‘desatendían al señorío y hablaban injuriosamente de los gloriosos’. Despreciaban con arrogancia la autoridad divinamente constituida. (Proverbios 21:4; 2 Pedro 2:10) Al igual que los ángeles desobedientes, aquellos hombres tenían un espíritu rebelde y merecían el juicio adverso porque realmente no daban atención o tenían en estima al Soberano Universal ni a su Hijo amado.

Aquellas personas impías también hablaban injuriosamente de “los gloriosos” (literalmente, “de las glorias”), evidentemente aquellos a quienes Jehová Dios y Jesucristo habían conferido cierta gloria. (Juan 17:22; 1 Pedro 4:12-14). Claro, puesto que dicha gloria u honra se recibía de Dios, no habría de atribuirse la honra directamente a las personas favorecidas en la Tierra que disfrutaran de ella. Sin embargo, todos los testigos de Jehová deben respetar tal “gloria” y hablar de ella como corresponde, principalmente con atención a Jehová Dios.—1 Samuel 2:30.

Ciertamente se ha otorgado gloria u honra a los seguidores ungidos de Cristo que sirven fielmente como superintendentes cristianos nombrados. Los demás Testigos deben cooperar con ellos y apoyarlos en el servicio de Dios. No seamos como aquellos ‘soñadores’ contaminadores de la carne de los días de Judas que despreciaban el señorío de Jehová y no respetaban las glorias procedentes de él, sino que hablaban injuriosamente de aquellos a quienes se había vestido de tales glorias. (Compare con 3 Juan 9, 10.)

Por lo tanto, si tenemos siquiera la tendencia a desatender la autoridad dada por Dios, pidamos a Jehová en oración que nos ayude a ajustar nuestro punto de vista.

El excelente ejemplo de Miguel


Para provecho nuestro, Judas cita un ejemplo excelente, al declarar:
“Pero cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a traer un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: ‘Que Jehová te reprenda’”. (Judas 9)

¡Qué contraste hubo entre los ‘soñadores’ irrespetuosos y Miguel el arcángel, que llegó a ser nuestro Señor Jesucristo! (Compare con Proverbios 8:22-31; Juan 6:62; Filipenses 2:5-11; 1 Tesalonicenses 4:15, 16.) Al hablar injuriosamente de los siervos de Dios, los ‘soñadores’ impíos se tomaban libertades que ni siquiera el Hijo de Jehová se tomó cuando disputó con Satanás sobre el cuerpo del profeta hebreo Moisés.

Esta es la primera vez que se menciona esta disputa en el registro bíblico. Pero de alguna manera que no se revela Judas recibió esta información y la registró para nuestro provecho.

Es posible que el Diablo quisiera el cadáver de Moisés para empezar un culto religioso en torno a él y así corromper al pueblo de Jehová. No obstante, Miguel no recurrió a traer un juicio contra el Diablo en términos injuriosos. Miguel “no se atrevió” a hacerlo porque tenía el debido temor a Jehová. Tampoco se adelantó al tiempo que Jehová tenía señalado para encargarse de Satanás. (Revelación 12:7-9; 20:1-3, 7-10)

En vez de eso, el Hijo amado de Dios mostró respeto al Juez Supremo y le concedió el derecho de reprender al Diablo. Por eso Miguel dijo a Satanás: “Que Jehová te reprenda”. Aunque las declaraciones que Miguel hizo no fueron ásperas, él mostró poder al retener en su control el cuerpo de Moisés, y Jehová enterró al profeta en un sepulcro no marcado. (Deuteronomio 34:1-6) Claro está que en todo esto el Hijo de Dios dio al pueblo de Jehová un excelente ejemplo tocante a mostrar respeto a la autoridad divina. ¡Sigamos dicho ejemplo!


A modo de contraste, Judas dijo luego:

“Sin embargo, estos hombres están hablando injuriosamente de todas las cosas que realmente no conocen; pero todas las cosas que sí entienden naturalmente como los animales irracionales, en estas cosas siguen corrompiéndose”. (Judas 10)

Aunque los que estaban empeñados en contaminar la carne eran muy inferiores a Miguel, quien no quiso traer un juicio contra Satanás en términos injuriosos, ellos hablaban injuriosamente no solo de “los gloriosos”, sino también “de todas las cosas [espirituales] que realmente no [conocían]” o entendían. Puesto que ‘no tenían espiritualidad’ (Judas 19), no podían comprender asuntos espirituales. (1 Corintios 2:6-16) Tales “hombres impíos” desconocían los pensamientos, caminos, tratos y actividades de Jehová.

Por respeto a Jehová Dios, ni el arcángel Miguel ni los otros ángeles justos hablan injuriosamente de aquellos a quienes Dios ha otorgado cierta gloria. Pero aquellos “hombres impíos” lo hacían porque se habían entregado cabalmente a pasiones animales. No entendían las cosas espirituales, sino solo lo que era atractivo a las pasiones de su carne. Aquellos hombres, absortos en satisfacer bajos deseos sensuales, ‘se corrompían’ en pecados carnales. Así demostraban que no eran mejores que “animales irracionales nacidos naturalmente para ser atrapados y destruidos” sin esperanza alguna de resurrección.—2 Pedro 2:9-13.

¡Qué vital es que los testigos de Jehová de hoy día resistan completamente a los maestros falsos, a los que quieren contaminar la carne y a los que desatienden la autoridad divinamente constituida! No obstante, si el consejo de la carta de Judas que se ha considerado hasta aquí revela algún grado de error en nuestras actitudes o modos de actuar individuales, apresurémonos a cambiar de proceder y buscar la ayuda de nuestro Padre celestial en oración. Y que siempre nos beneficiemos espiritualmente por hacer caso de las ‘advertencias puestas delante de nosotros’.

Artículo publicado en la revista "La Atalaya" del 01 de Enero de 1983. Para comprender mas temas Bíblicos examine el ilbro: "¿Qué enseña realmente la Biblia? Ambos publicados por los testigos de Jehová.