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viernes, 6 de junio de 2014

El amor resuelve las dificultades


La Palabra de Dios es viva

JUAN MARCOS parte para irse a casa, a Jerusalén, donde vive su madre María. Esto sucede durante el primer viaje misional de Pablo y Bernabé.—Hechos 13:13; 12:12, 25.

Al año siguiente encontramos que Pablo y Bernabé se están preparando para emprender el segundo viaje misional. Bernabé quiere que su primo Marcos vaya con ellos otra vez. Pero Pablo no quiere que él los acompañe. Dice: ‘Marcos se marchó la última vez que lo llevamos con nosotros’. No obstante, Bernabé insiste en que se dé a Marcos otra oportunidad.

Debido a esta diferencia de opinión, “ocurrió un agudo estallido de cólera, de modo que se separaron el uno del otro”. Bernabé tomó consigo a Marcos. Estos abordaron un barco y viajaron hacia la isla de Chipre para predicar allá. Pablo, en cambio, escogió a otro cristiano, a Silas, y emprendieron un viaje de predicación que los condujo primeramente a Siria.—Hechos 15:36-41.

¿Qué hay del problema que hubo entre Pablo y Bernabé? Si usted hubiera estado allí y hubiera visto aquel “agudo estallido de cólera”, ¿hubiera llegado a la conclusión de que Pablo y Bernabé no formaban parte del pueblo de Dios debido a la manera como se comportaron?

En realidad, no hubiera sido sabio llegar a dicha conclusión. Debemos reconocer que todos hemos heredado la imperfección de nuestros primeros padres, Adán y Eva. (Romanos 5:12) De modo que “todos tropezamos muchas veces”, dice la Biblia. (Santiago 3:2; Romanos 3:23)

Sin embargo, los cristianos verdaderos no permanecen enojados unos con otros ni se guardan rencor. Prestan atención al mandato bíblico que dice: “Continúen soportándose los unos a los otros y perdonándose sin reserva los unos a los otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión”.—Colosenses 3:13, 14.

Bueno, ¿resolvieron con amor sus dificultades los dos cristianos prominentes, Pablo y Bernabé? Mírelos en la lámina. ¡Están asociándose el uno con el otro nuevamente! (1 Corintios 9:5, 6) Y luego Pablo escribió a Timoteo: “Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para servir”.—2 Timoteo 4:11.

Sí, aunque los cristianos primitivos a veces tuvieron dificultades entre sí, las resolvieron con amor. Ciertamente podemos imitar su ejemplo.

Artículo publicado en la revista "La Atalaya" del 01 de Enero de 1983. Aprenda mas de los primeros cristianos en el libro: "Testimonio cabal del Reino de Dios". También disponible en audio libro. Ambos publicados por los testigos de Jehová.