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domingo, 4 de agosto de 2013

La dignidad es el verdadero yo, una nueva personalidad

"Acuérdate de que la dignidad es el verdadero yo del Hombre. No puede ser vendida por oro y no puede acumulada como las riquezas del mundo actual. El rico ha rechazado su dignidad y se ha aferrado a su oro. Y los Jovenes de hoy día han abandonado la dignidad a fin de satisfacer sus apetitos y sus placeres."

Gibran Jalil Gibran

"Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría. Por causa de esas cosas viene la ira de Dios. En esas mismísimas cosas ustedes, también, anduvieron en un tiempo cuando vivían en ellas. Pero ahora realmente deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena de su boca. No estén mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva [personalidad], que mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado."
(Colosenses 3: 5 al 10)


Cómo tener éxito en tu camino (El punto de vista biblico)

ÉXITO. ¡Qué palabra tan atractiva! Quienes lo identifican con el progreso en el mundo laboral se esfuerzan por ir ascendiendo en su empresa hasta hacerse ricos e importantes. Claro, aunque ese es el sueño de muchos, la mayoría no consigue hacerlo realidad.

En buena medida, el verdadero éxito depende de tres claves: elegir bien el principal objetivo en la vida, usar sabiamente el tiempo y energías, y demostrar iniciativa.

Muchos cristianos han comprobado por sí mismos la gran satisfacción que produce participar activamente en el ministerio. En efecto, jóvenes y mayores logran encontrar el éxito dedicándose al servicio de tiempo completo. No obstante, hay quienes piensan que la obra del Reino es un tanto aburrida y optan por relegarla a un segundo plano y centrarse en otras metas. ¿A qué pudiera deberse esta actitud? Joven, ¿qué puedes hacer tú para no perder de vista lo que realmente vale la pena? Sí, ¿qué te permitirá tener “éxito en tu camino”? (Jos. 1:8.)

Las actividades después de clase

Los jóvenes cristianos no deben dejar que ninguna actividad los lleve a descuidar el servicio a Dios. ¿Has encontrado tú ese equilibrio? Si así es, te felicitamos: vas camino del éxito.
Algunos, sin embargo, se entregan con pasión a actividades que tienen lugar fuera de horas de clase, sea en su centro educativo o en algún otro lugar. Aunque lo que hagan no sea necesariamente malo, deberían preguntarse: “¿Cuánto tiempo me consume? ¿A qué compañías, ambientes y actitudes me expone? ¿Podría convertirse en el centro de mi vida?”. Uno puede obsesionarse tanto con una afición que no le queden apenas tiempo ni energías para Dios. Sin duda, es muy importante tener claras las prioridades (Efe. 5:15-17).

Jehová aconsejó a Baruc que huyera de la ambición
¿Deberías ir a la universidad?

La Biblia deja claro que el cristiano tiene la obligación de mantener y cuidar a su familia (1 Tim. 5:8). Ahora bien, ¿es imprescindible que curses estudios universitarios para cumplir con ese deber?
Algo que deberías examinar es el efecto que pudiera tener la universidad en tu relación con Jehová.

Y hay un ejemplo bíblico que puede ayudarte a hacer este análisis.
Baruc tenía una honrosa comisión en el servicio de Jehová: ser el secretario del profeta Jeremías. Sin embargo, en cierto momento dejó de valorarla como debía y se volvió ambicioso. Jehová observó su actitud, y por ello le advirtió a través de Jeremías: “Tú sigues buscando cosas grandes para ti. No sigas buscando” (Jer. 45:5).

¿Qué “cosas grandes” andaba buscando? Tal vez quería gozar de prestigio en el mundo judío. O quizás deseaba una mejor posición económica. Sea como fuere, se le había olvidado cuáles son los valores más importantes en la vida: las cosas espirituales (Fili. 1:10). No obstante, hizo caso de la advertencia divina y, como recompensa, sobrevivió a la destrucción de Jerusalén (Jer. 43:6).

¿Qué lección extraemos del consejo que Jehová le dio? Recordemos que el error de Baruc fue buscar para sí mismo cosas grandes. Por eso, sería bueno que te preguntaras: “Si tengo la preparación necesaria para mantenerme, ¿de verdad me hace falta invertir tiempo, dinero y esfuerzo en la educación superior? ¿Estaría justificado que lo hiciera tan solo por lograr mis aspiraciones o las de mis padres u otros parientes?”.

Entregados al trabajo

La Palabra de Dios anima a empleados y patrones a ser industriosos y responsables. De hecho, el apóstol Pablo escribió: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres” (Col. 3:22, 23). Sin embargo, aunque es necesario ser laboriosos, es mucho más importante mantener una buena relación con nuestro Creador (Ecl. 12:13). Si nos volcamos en el trabajo, el servicio a Dios puede quedar fácilmente en segundo término.

Además, nos arriesgamos a quedarnos sin energías para cumplir con nuestras responsabilidades en la congregación y en el hogar. Recuerda que el rey Salomón recomendó que evitáramos el extremismo cuando indicó que realizar el “doble de duro trabajo” es tan absurdo como correr “tras el viento”.

El cristiano que pierde de este modo el equilibrio suele verse sometido a una tensión nerviosa constante. De hecho, pudiera convertirse en esclavo del trabajo y terminar completamente agotado tanto física como emocionalmente. En tales circunstancias, es imposible que llegue a “regocijarse [...] y vea el bien por todo su duro trabajo” (Ecl. 3:12, 13; 4:6). Lo que es peor, le faltarán las fuerzas y el ánimo necesarios para atender sus deberes familiares y espirituales.

Tu vida puede ser un éxito


Ya hemos visto tres tipos de problemas que pueden enredarnos y perjudicar nuestra espiritualidad. ¿Has notado que alguno de ellos te esté afectando? Si así es, te animamos a examinar los siguientes pasajes bíblicos, preguntas y comentarios, pues te ayudarán a determinar si vas camino del verdadero éxito.
Las actividades después de clase. ¿Estás inmerso en ellas? ¿Les dedicas el tiempo que antes reservabas a las labores espirituales? ¿Ya no te atrae tanto estar con los hermanos? En tal caso, harías bien en imitar al rey David, quien oró a Jehová: “Dame a conocer el camino en que debo andar” (Sal. 143:8).

¿Por qué no les dices a los superintendentes de tu congregación que estás dispuesto a servir a los hermanos en lo que haga falta? ¿Podrías brindar tu apoyo a los mayores que necesiten compañía o algún tipo de ayuda, sea con las compras o con las tareas del hogar? Además, siempre puedes aprovechar tu juventud para participar en el ministerio de tiempo completo y así llevar a la gente el mensaje que da alegría a tu vida.

La universidad
. Jesús señaló que quien “busca su propia gloria” comete un error (Juan 7:18). Antes de decidir si debes seguir estudiando, recuerda que Dios espera que sus siervos “se aseguren de las cosas más importantes” (Fili. 1:9, 10). ¿Lo has hecho tú?

El trabajo. ¿Estás demasiado inmerso en tu empleo? ¿Ha afectado la comunicación con tu familia? ¿Te permite centrarte en los asuntos espirituales? Por ejemplo, ¿estás esforzándote por mejorar tus presentaciones en el Salón del Reino? ¿Son tus conversaciones edificantes? No olvides nunca este consejo bíblico: “Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos”. Si lo pones en práctica, recibirás muchas bendiciones de Jehová y verás “el bien a causa de [tu] duro trabajo” (Ecl. 2:24; 12:13).

Joven, detente un momento a hacer una evaluación sincera de tus motivos y prioridades. Recuerda cuál es el único camino que conduce al verdadero éxito. Ciertamente, servir a Jehová debe ser siempre para ti lo más importante en la vida.

Quizás debas efectuar algunos cambios e incluso olvidarte de algunas cosas innecesarias. Pero así podrás ver cuántas bendiciones se obtienen al hacer “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios” (Rom. 12:2). No hay duda: si sirves a Jehová con toda el alma, tendrás “éxito en tu camino”.

Con tanto que hacer, ¿cómo puedes evitar que se vean afectadas las cosas que realmente valen la pena? Deteniéndote un momento para reflexionar sobre tus motivos y prioridades. Tal vez encuentres útiles las siguientes preguntas:


LAS ACTIVIDADES DESPUÉS DE CLASE

  • ¿A qué actitudes me exponen?
  • ¿Cuánto tiempo exigen de mí?
  • ¿Se están convirtiendo en el centro de mi vida?
  • ¿Me consumen el tiempo que antes dedicaba a las actividades espirituales?
  • ¿Me exponen a malas compañías?
  • ¿Me atraen más las amistades del mundo, o las de la congregación?

LA UNIVERSIDAD


  • Si tengo la preparación necesaria para mantenerme, ¿de verdad me hace falta invertir tiempo, dinero y esfuerzo en la educación superior?
  • ¿Necesito realmente un título universitario para ganarme la vida?
  • ¿Qué efecto tendría la universidad en mi asistencia a las reuniones?
  • ¿Me he “[asegurado] de las cosas más importantes”?
  • ¿Debería fortalecer mi confianza en que Jehová nunca nos deja sin ayuda?

EL TRABAJO

  • ¿Permite mi empleo que me regocije y “vea el bien por todo [mi] duro trabajo”?
  • ¿Me deja tan agotado física y emocionalmente que me cuesta cumplir con mis deberes familiares y espirituales?
  • ¿Le dedico tanto tiempo que apenas me comunico con mi familia?
  • ¿Me enredo tanto en el trabajo que descuido mi espiritualidad?
  • ¿Se ha visto afectada la calidad de mis presentaciones en el Salón del Reino?

Articulo de la revista La Atalaya del 15 de Junio de 2011. Publicada por los testigos de Jehová. Pueden descargarse mas articulos de la pagina oficial en formatos pdf para su lectura, asi como mp3 y aac en audio.

Puntos sobresalientes del libro de Jueces

La Palabra de Jehová es viva

¿CÓMO responde Jehová cuando su propio pueblo le da la espalda y se dedica a adorar a dioses falsos? ¿Qué hay si se descarrían una y otra vez y solo acuden a él en momentos de angustia? ¿Los ayuda Jehová a escapar aun si ese es el caso?

El libro de Jueces contesta estas y otras cuestiones de suma importancia. Escrito por el profeta Samuel alrededor del año 1100 a.E.C., abarca unos trescientos treinta años de historia: desde la muerte de Josué hasta la entronización del primer rey de Israel.

El libro de Jueces, al ser parte de la enérgica palabra o mensaje de Dios, nos es de mucho valor (Hebreos 4:12). Los emocionantes sucesos que narra nos permiten conocer mejor la personalidad de Dios. Las lecciones que nos enseña fortalecen nuestra fe y nos ayudan a asirnos de “la vida que realmente lo es”, la vida eterna en el nuevo mundo que Dios ha prometido (1 Timoteo 6:12, 19; 2 Pedro 3:13). Los actos salvadores que Jehová ejecutó a favor de su pueblo nos dan un anticipo de la liberación mayor que realizará en el futuro su Hijo, Jesucristo.

¿POR QUÉ NECESITABAN JUECES?


(Jueces 1:1–3:6)
Comandadas por Josué, las tribus de Israel derrotan a los reyes de Canaán, y luego se dirigen a su herencia para tomar posesión de la tierra. No obstante, los israelitas no expulsan a sus habitantes, lo cual termina siendo una trampa para ellos.

La generación que surge después de los días de Josué ‘no conoce a Jehová ni la obra que él ha hecho por Israel’ (Jueces 2:10). Es más, el pueblo procede a establecer alianzas matrimoniales con los cananeos y a servir a sus dioses. Por eso, Jehová entrega a los israelitas en manos de sus enemigos. No obstante, cuando se recrudece la opresión, los hijos de Israel invocan al Dios verdadero y le piden auxilio. En este clima religioso, social y político se desenvuelve la historia de una línea de jueces a quienes Jehová hace surgir para salvar a su pueblo de los enemigos.






Nota personal: ¿En verdad no conocian a Jehová ni la obra que habia hecho por Israel? Es cierto que no habian visto personalmente como Jehová utilizo su fuerza activa para sacar milagrosamente a Israel de la casa de Egipto, ni vieron como se abrio el mar rojo, o como fueron alimentados milagrosamente con el mana en el desierto; o mas de cerca como fueron derrumbados los muros de Jerico por Josue. Sin embargo, año tras año celebraban la pascua lo cual les servia de recordatorio, tenian el tabernaculo, la ley era de su conocimiento. Por tanto PODIAN conocer a Jehová si se lo proponian.

Respuestas a preguntas bíblicas:

1:2, 4. ¿Por qué se designa a Judá para que sea la primera tribu en tomar posesión de la tierra que le toca? Lo normal hubiera sido que le correspondiera este privilegio a la tribu de Rubén, el primogénito de Jacob. Pero en la profecía que pronunció en su lecho de muerte, Jacob predijo que, por haber perdido su derecho a la primogenitura, Rubén no iba a sobresalir. Como Simeón y Leví habían actuado con crueldad, sus hijos serían dispersados por Israel (Génesis 49:3-5, 7). Por tanto, el privilegio le correspondía al cuarto hijo de Jacob, que era Judá. La tribu de Simeón, que subió con la de Judá, recibió pequeñas porciones de tierra distribuidas por todo el enorme territorio de Judá (Josué 19:9).

1:6, 7. ¿Por qué se les cortaban los pulgares y los dedos gordos de los pies a los reyes derrotados? La persona que perdía esos dedos evidentemente quedaba imposibilitada para toda acción militar. ¿Cómo podría un soldado empuñar una espada o una lanza sin los pulgares? Y la pérdida de los dedos gordos de los pies le impediría mantener bien el equilibrio.

Lecciones para nosotros:

2:10-12. Hemos de tener un programa de estudio bíblico para ‘no olvidar los hechos de Jehová’ (Salmo 103:2). Los padres deben grabar la verdad de la Palabra de Dios en el corazón de sus hijos (Deuteronomio 6:6-9).

2:14, 21, 22. Jehová permite que su pueblo desobediente sufra penalidades con un propósito: el de castigarlos, refinarlos y motivarlos a volver a él.

JEHOVÁ HACE SURGIR JUECES


(Jueces 3:7–16:31)
El emocionante relato de las hazañas de los jueces comienza con Otniel, que puso fin a ocho años de subyugación de Israel a manos de un rey de Mesopotamia. El juez Ehúd urde una valerosa estrategia y mata al obeso rey moabita, Eglón. El valiente Samgar mata sin ayuda a 600 filisteos con una aguijada o picana para arrear el ganado. Gracias al apoyo de Jehová y al ánimo de la profetisa Débora, Barac y su ejército de 10.000 hombres poco armados infligen una derrota aplastante al poderoso ejército de Sísara. Jehová nombra juez a Gedeón y les concede a él y a sus 300 hombres la victoria sobre los madianitas.

Nota personal: Otniel era el hermano de Caleb que fue a enviado a espiar la tierra de Cannan, Otniel acepto la invitacion de pelear contra Quiryat-séfer y fue recompenzado primero al recibir a Acsá como esposa. Su valentia era reconocida y Jehová lo instituyo como juez despues de la muerte de Josue.


Por medio de Jefté, Jehová libra a Israel de la mano de los ammonitas. Entre los doce jueces de Israel también figuran Tolá, Jaír, Ibzán, Elón y Abdón. El período de los jueces finaliza con Sansón, quien lucha contra los filisteos.

Respuestas a preguntas bíblicas:

4:8. ¿Por qué insistió Barac en que le acompañara la profetisa Débora al campo de batalla? Al parecer, Barac se sentía incapaz de enfrentarse solo al ejército de Sísara. La presencia de la profetisa les daría a él y a sus hombres la seguridad de que contaban con la guía de Dios, y eso les infundiría confianza. Por tanto, la insistencia de Barac en que Débora lo acompañara no era indicativo de debilidad, sino de fe fuerte.

5:20. ¿Cómo pelearon desde el cielo las estrellas a favor de Barac? La Biblia no dice si hubo ayuda angelical, meteoritos que los sabios de Sísara interpretaron como malos augurios o predicciones astrológicas para Sísara que resultaron falsas. Como quiera que fuera, lo que está claro es que hubo algún tipo de intervención divina.

7:1-3; 8:10. ¿Por qué dijo Jehová que los 32.000 hombres de Gedeón eran demasiados para luchar con un ejército enemigo de 135.000? Porque era Jehová quien iba a dar la victoria a Gedeón y sus hombres, y no quería que creyeran que habían derrotado a los madianitas por su propia fuerza.

11:30, 31. ¿Pensaba Jefté en realizar un sacrificio humano cuando hizo su voto? Nada estaría más lejos de su pensar, pues la Ley estipulaba: “No debería hallarse en ti nadie que haga pasar por el fuego a su hijo o a su hija” (Deuteronomio 18:10). Pero lo cierto es que Jefté pensaba en una persona, no en un animal, pues no era común que en las casas israelitas se guardaran animales para sacrificio. Además, ofrecer un animal no sería nada extraordinario. Jefté sabía perfectamente que podría ser su hija quien saliera de su casa para encontrarse con él. En tal caso tendría que ofrecerla “como ofrenda quemada” en el sentido de que ella se dedicaría al servicio exclusivo de Jehová en el santuario.

Lecciones para nosotros:


3:10. El éxito en los asuntos espirituales no depende de la sabiduría humana, sino del espíritu de Jehová (Salmo 127:1).

3:21. Ehúd esgrimió su espada con destreza y valor. Nosotros también debemos hacernos hábiles en el manejo de “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios”, lo que requiere que usemos las Escrituras con valor en el ministerio (Efesios 6:17; 2 Timoteo 2:15).

6:11-15; 8:1-3, 22, 23. La modestia de Gedeón nos enseña tres importantes lecciones: 1) Cuando se nos extiende un privilegio de servicio, debemos meditar en la responsabilidad que entraña, en lugar de pensar en la prominencia o el prestigio que podemos obtener. 2) Al tratar con quienes tienen una actitud belicosa, lo más sabio es manifestar modestia. 3) La modestia evita que nos obsesionemos con el prestigio.

6:17-22, 36-40. Nosotros también debemos ser precavidos y no creer “toda expresión inspirada”. Por el contrario, hemos de probar “las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios” (1 Juan 4:1). A la hora de dar algún consejo, el nuevo anciano cristiano hace bien en consultar con otro más experimentado a fin de asegurarse de que lo que diga tenga una sólida base en la Palabra de Dios.

6:25-27. Gedeón fue discreto para no encolerizar a sus adversarios innecesariamente. Al predicar las buenas nuevas, procuremos no ofender por nuestra forma de hablar.

7:6. En lo que tiene que ver con el servicio a Jehová, debemos imitar a los 300 hombres de Gedeón: estar alertas y vigilantes.

9:8-15. ¡Qué insensato es actuar con orgullo y ambicionar puestos o poder!

11:35-37. Sin duda, el buen ejemplo de Jefté fue decisivo al ayudar a su hija a cultivar fe fuerte y abnegación. Hoy los padres pueden dar ese mismo ejemplo a sus hijos.

11:40. El encomio que se da a quienes sirven a Jehová con un espíritu dispuesto los anima mucho.
13:8. Al enseñar a sus hijos, los padres deben pedirle a Jehová su guía y seguirla (2 Timoteo 3:16).

14:16, 17; 16:16. Presionar a alguien con llantos y reproches puede perjudicar la relación con esa persona (Proverbios 19:13; 21:19).

MÁS PECADOS DE ISRAEL

(Jueces 17:1–21:25)
En la última parte del libro de los Jueces se destacan dos relatos. El primero tiene que ver con un hombre llamado Miqueas que coloca un ídolo en su casa y emplea a un levita para que le sirva de sacerdote. Tras destruir la ciudad de Lais, o Lésem, los danitas construyen su propia ciudad y la llaman Dan. Utilizan el ídolo de Miqueas y a su sacerdote para establecer allí una nueva forma de culto. Al parecer, la captura de Lais ocurre antes de la muerte de Josué (Josué 19:47).

El segundo suceso tiene lugar poco después de la muerte de Josué. Por culpa de un crimen sexual que cometen algunos hombres de la ciudad benjamita de Guibeah, la tribu de Benjamín es aniquilada, a excepción de solo 600 hombres. No obstante, gracias a una disposición práctica que les permite obtener esposas, su número aumenta a casi sesenta mil guerreros para el tiempo del reinado de David (1 Crónicas 7:6-11).

Respuestas a preguntas bíblicas:

17:6; 21:25. ¿Promovía la anarquía el que ‘cada uno acostumbrara hacer lo que era recto a sus propios ojos’? No necesariamente, pues Jehová dio guía a su pueblo de muchas maneras. Les dio la Ley y el sacerdocio para educarlos en sus caminos. El sumo sacerdote podía consultar a Dios sobre asuntos importantes por medio del Urim y el Tumim (Éxodo 28:30). En cada ciudad había ancianos capacitados que daban valiosos consejos. Cuando el israelita se aprovechaba de estas provisiones, obtenía guía acertada para su conciencia. En tal caso, el que hiciera “lo que era recto a sus propios ojos” tenía buenos resultados. Por otra parte, si la persona pasaba por alto la Ley y tomaba sus propias decisiones en asuntos relacionados con la conducta o la adoración a Dios, las consecuencias eran malas.

20:17-48. ¿Por qué permitió Jehová a los benjamitas que derrotaran dos veces a las demás tribus, si ellos merecían castigo? Al permitir que las tribus fieles sufrieran enormes pérdidas inicialmente, Jehová ponía a prueba su determinación de erradicar la maldad de Israel.

Lecciones para nosotros:


19:14, 15. La negativa de los habitantes de Guibeah a brindar hospitalidad era señal de debilidad moral. A los cristianos se les exhorta a que “sigan la senda de la hospitalidad” (Romanos 12:13).

La venidera liberación
Dentro de muy poco tiempo, el Reino de Dios en manos de Jesucristo destruirá este mundo malvado y liberará a los rectos y los exentos de culpa (Proverbios 2:21, 22; Daniel 2:44). ‘Todos los enemigos de Jehová perecerán, y los que lo aman serán como cuando el sol sale en su poderío.’ (Jueces 5:31.) Estemos entre los que aman a Jehová aplicando lo que hemos aprendido del libro de Jueces.

La verdad fundamental que se demuestra una y otra vez en los relatos de los jueces es esta: la obediencia a Jehová redunda en abundantes bendiciones, mientras que la desobediencia tiene consecuencias desastrosas (Deuteronomio 11:26-28). Es crucial que seamos “obedientes de corazón” a la voluntad revelada de Dios (Romanos 6:17; 1 Juan 2:17).

Los levitas no recibieron herencia en la Tierra Prometida, a excepción de 48 ciudades esparcidas por todo Israel.

“Jehová levantaba jueces, y estos los salvaban de la mano de sus pilladores.” (Jueces 2:16)

JUECES

 1. Otniel (tribu de Manasés)
 2. Ehúd (tribu de Judá)
 3. Samgar (tribu de Judá)
 4. Barac (tribu de Neftalí)
 5. Gedeón (tribu de Isacar)
 6. Tolá (tribu de Manasés)
 7. Jaír (tribu de Manasés)
 8. Jefté (tribu de Gad)
 9. Ibzán (tribu de Aser)
10. Elón (tribu de Zabulón)
11. Abdón (tribu de Efraín)
12. Sansón (tribu de Judá)

Articulo de la revista La Atalaya del 15 de Enero del 2005. Publicada por los testigos de Jehová. Pueden descargarse mas articulos de la pagina oficial en formatos pdf para su lectura, asi como mp3 y aac en audio.