Entradas populares

Buscar en este blog

jueves, 6 de marzo de 2014

El ascenso y caída del comercio mundial (Segunda parte)

La causa de las dificultades económicas

CIERTOS rasgos políticos y religiosos de la sociedad humana pueden rastrearse hasta los días de Nemrod, quien hace miles de años fundó Babilonia. Esto también es cierto, aunque quizás sea menos conocido, en el caso de ciertos rasgos del mundo de los negocios y el comercio. (Génesis 10:8-12.)

El Creador de la humanidad, Aquel que determina las normas de lo que es bueno y lo que es malo, podía haber ideado fácilmente un sistema económico capaz de satisfacer con equidad las necesidades de la gran familia humana que tenía que habitar la Tierra. Pero una vez que la primera pareja rechazó la dirección divina y fue expulsada del paraíso, los seres humanos tuvieron que valerse por sí mismos. (Génesis 3:1-24.)

Independientes de la guía divina, crearon su propia religión y su propio gobierno. Y tan pronto como se vio que era necesario algún sistema de administración doméstica para satisfacer las necesidades de la creciente familia humana, se dio forma a lo que hoy se llama sistema económico. Esto también se hizo al margen de la guía divina.

Al parecer, en el tiempo de Nemrod (c. 2270 a. E.C.) ya se había colocado la base de este sistema. La obra The Collins Atlas of World History explica que “desde el tercer milenio en adelante, Mesopotamia [Babilonia] fundó poderosas corporaciones de comerciantes.

Estos almacenaron mercancías, especularon, usaron varios tipos de bienes como moneda y emplearon lingotes, en especial de plata, tallados en distintos tamaños y pesos, a veces garantizados con sellos de autenticidad”. The Encyclopedia Americana dice que los antiguos habitantes de Sinar —nombre original de Babilonia— tenían un “sistema sorprendentemente complejo de préstamos, depósitos monetarios y cartas de crédito”.

De la sal al plástico
  • Sal:
  A los soldados romanos se les daban raciones de sal, que más tarde fueron reemplazadas por dinero (salarium). El ganado (pecus) fue un instrumento de cambio en la antigua Roma. Los términos “salario” y “pecuniario” se derivan de estas palabras latinas.
  • Metales:
  En la antigua Mesopotamia (de los siglos XVIII a XVI a. E.C.), la plata se usó normalmente para las transacciones comerciales. En el antiguo Egipto se empleó el cobre, la plata y el oro. El profesor de Historia China Hans Bielenstein explica que durante la dinastía china Ming (1368-1644 E.C.), “el cobre era común para las unidades de menos valor [monetario], mientras que la plata se usó cada vez con mayor frecuencia para las de más valor”.
  • Monedas:
  Durante el siglo VII a. E.C., los lidios de Anatolia produjeron piezas en forma de disco de una aleación natural de oro y plata conocida como electro; estas tenían un peso y valor normalizados, y probablemente fueron las primeras monedas; más o menos un siglo después se empezó a acuñar moneda en Grecia.
  • Papel:
  El primer papel moneda del mundo se utilizó en China en 1024, cuando una expansión comercial sin precedentes propició la escasez de monedas. El profesor Bielenstein dice: “Ya en 811, en tiempos de T’ang, se habían hecho experimentos con el llamado papel moneda. El gobierno emitió entonces mandatos de pago que podían usarse en transacciones y finalmente cambiarse por dinero en efectivo”.

Empezando con Inglaterra en 1821, muchas naciones adoptaron el patrón oro, lo que significa que los ciudadanos podían convertir su papel moneda en el oro que los gobiernos tenían en sus reservas en cualquier momento. Sin embargo, en la actualidad los gobiernos sencillamente atribuyen valor a su dinero, sin tener nada tangible que lo respalde.
  • Cheques:
  Los inventaron los banqueros ingleses durante el siglo XVII; son mandatos escritos para el pago de dinero a través de un banco.
  • Plástico:
  Las tarjetas de crédito, que algunos llaman dinero de plástico, se introdujeron en Estados Unidos en los años veinte del siglo XX. Su conveniencia y otras ventajas que ofrecen son contrarrestadas por los peligros de comprar sin necesidad y endeudarse innecesariamente.

Parece ser que en Mesopotamia era común emplear el capital como un artículo de comercio y cobrar intereses por su uso. Así el dinero se convirtió en un medio de ejercer presión económica.
Algunos registros desenterrados en ruinas babilonias revelan la existencia de transacciones comerciales que explotaron las circunstancias desafortunadas de algunos ciudadanos. Incluso en aquel tiempo era común aprovecharse injustamente de la desgracia ajena. No extraña que se acostumbrara a hablar con odio y desprecio de los comerciantes de Babilonia y Nínive.

En la Biblia no se hallan referencias a las actividades comerciales del tiempo de Nemrod. Sin embargo, en el primer libro bíblico se usan expresiones como “comprar”, “vender” y “negociar”, que indican que al menos unos siglos después las actividades comerciales eran comunes. (Véanse Génesis 25:31; 34:10, 21; 39:1; 41:56, 57.)

También es cierto que por bastante tiempo los textos cuneiformes no dicen nada sobre actividades comerciales en la sociedad babilonia. El libro Ancient Mesopotamia admite que es difícil explicar este hecho, aunque afirma que “no se puede pensar que las relaciones comerciales cesaron durante ese milenio, sobre todo porque se sabe que tuvieron un gran auge después de ese tiempo”.

Esta obra indica que puede haberse debido a que en aquel tiempo el comercio fue principalmente arameo y también a que se usaron el papiro y la piel como materiales de escritura.

Tanto Mesopotamia como Egipto se destacaron por el uso de caravanas en sus expediciones comerciales. Posteriormente, los fenicios reemplazaron en buena medida el comercio terrestre por el marítimo. Los puertos de Cartago, Tiro y Sidón sobresalieron como centros comerciales. El comercio consistió en el intercambio de mercancías hasta el siglo VIII a. E.C., cuando los griegos empezaron a utilizar dinero acuñado como medio de cambio.

Y según la obra The Collins Atlas of World History, “los siglos siguientes [a 500 a. E.C.] estuvieron tan marcados por el fomento del comercio, el dinero, los bancos y el transporte, que varios historiadores los han comparado a la era capitalista, una opinión exagerada aunque comprensible”.

En realidad, los sistemas económicos se han basado en el dinero desde tiempos antiguos. Por supuesto, Dios permite su uso apropiado, pero también es cierto que condena el uso impropio. (Eclesiastés 7:12; Lucas 16:1-9.) El deseo desmesurado de poseer dinero ha hecho que la gente pervierta la justicia, traicione a los amigos, falsee la verdad e incluso asesine.

Hay que decir, sin embargo, que la culpa no es del dinero, sino de la avaricia de la gente que lo persigue. De todas formas, cierto es el dicho “poderoso caballero es don dinero”, pues este ha demostrado su poder e influencia de muchas maneras durante miles de años.

De modo que en tiempos precristianos se colocó la base de muchos de los sistemas comerciales y económicos actuales. Sin embargo, a pesar de su dilatada historia, el comercio mundial no ha podido crear ningún sistema económico seguro capaz de evitar las ansiedades. Pero no tenemos por qué perder la esperanza. Está a la vista el fin de las dificultades económicas.

Un deseo desmesurado de dinero ha hecho que la gente pervierta la justicia, traicione a los amigos, falsee la verdad y asesine.


Esta es una serie de artículos que aparecieron en la revista "¡Despertad!" el 08 de Enero de 1992. Para complementar el tema lea: "¿Habrá siempre corrupción?