Entradas populares

Buscar en este blog

lunes, 25 de noviembre de 2013

Cántico 134: ¿Te ves en el nuevo mundo?

Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos.
Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”.
(Revelación 21:1-5)

Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo empieza a latir.
¡Qué gran placer vivir en paz
y disfrutar de la libertad!

No más dolor, no más crueldad,
tal como lo prometió Jehová.
No cabe en mi pecho la felicidad,
y como un torrente, mi voz te alabará:

“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,un mundo nuevo ha visto la luz.La gloria y el honor siempre tuyos serán.Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.

Me veo allí, te veo a ti.
Un mundo nuevo contemplo feliz.
Se fue el pesar, se fue el temor,
el mundo viejo por fin pasó.

No es ilusión, es muy real,
ya mora Dios con la humanidad.
Muy pronto, los muertos van a despertar
y junto a nosotros gozosos cantarán:

“Por ti, oh Jehová, mediante Jesús,un mundo nuevo ha visto la luz.La gloria y el honor siempre tuyos serán.Jamás dejaré de exaltar tu majestad”.

(Véanse también Sal. 37:10, 11; Isa. 65:17; Juan 5:28; 2 Ped. 3:13.)

Se puede descargar el archivo en mp3, que es parte de Cantemos a Jehová (coro y orquesta) disco 1, Así como El libro de canticos.

¿Por qué permite Dios el sufrimiento?

Capítulo 11

¿Es Dios el causante del sufrimiento que hay en el mundo?

¿Por qué permite Jehová Dios el sufrimiento? Si es todopoderoso, amoroso, sabio y justo, ¿por qué hay tanto odio e injusticia en el mundo? ¿Alguna vez se ha hecho usted esas preguntas?

¿Hay algo de malo en preguntar por qué permite Dios el sufrimiento? Algunos creen que si lo hacen demuestran que les falta fe o que no le tienen respeto a Dios. Sin embargo, al leer la Biblia, usted verá que hubo siervos fieles de Dios que hicieron preguntas parecidas. Por ejemplo, el profeta Habacuc le dijo a Jehová: “¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia? Por todas partes veo sólo pleitos y peleas; por todas partes veo sólo violencia y destrucción” (Habacuc 1:3, Traducción en lenguaje actual).

¿Regañó Jehová al fiel profeta Habacuc por plantear esa cuestión? No, no lo regañó. En vez de eso, incluyó sus sinceras palabras en las Escrituras inspiradas. Además, lo ayudó a entender mejor el asunto y a aumentar su fe. Jehová desea hacer lo mismo por usted. Recuerde que la Biblia enseña que “él se interesa” por nosotros (1 Pedro 5:7). Dios odia mucho más que cualquier ser humano la maldad y el sufrimiento que esta causa (Isaías 55:8, 9). Entonces, ¿por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?

¿Por qué hay tanto sufrimiento?

Mucha gente de distintas religiones ha preguntado a sus líderes y maestros religiosos por qué sufrimos tanto. La respuesta que suelen darles es que esa es la voluntad de Dios y que él ya determinó hace mucho tiempo todo lo que iba a suceder, hasta las desgracias. A muchas personas les han dicho que los caminos de Dios son misteriosos o que Dios se lleva a la gente, incluso a los niños, para que estén con él en el cielo. Sin embargo, como usted ha aprendido, Jehová nunca causa nada malo. La Biblia dice: “¡Lejos sea del Dios verdadero el obrar inicuamente [o con maldad], y del Todopoderoso el obrar injustamente!” (Job 34:10).

¿Sabe por qué las personas cometen el error de culpar a Dios de todos los sufrimientos? En muchos casos, porque creen que el Dios todopoderoso es el gobernante de este mundo.

En Primer lugar, La Biblia dice claramente que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”, el Diablo (1 Juan 5:19). ¿Verdad que eso lo explica todo? El mundo refleja la personalidad del espíritu invisible que “está extraviando [o engañando] a toda la tierra habitada” (Revelación [Apocalipsis] 12:9). Satanás actúa con engaño, odio y crueldad. Por eso el mundo, que se encuentra bajo su control, está lleno de engaño, odio y crueldad. Esa es la primera razón por la que hay tanto sufrimiento.

La segunda razón es que, desde que el hombre se rebeló en el jardín de Edén, es imperfecto y pecador. Por lo tanto, le atrae el poder y lucha por obtenerlo, lo que ha traído guerras, opresión y sufrimiento (Eclesiastés 4:1; 8:9). La tercera razón por la que sufrimos es lo que la Biblia llama “el tiempo y el suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11). Como este mundo no está gobernado por Jehová, no cuenta con su protección. Así que la gente puede sufrir daño por encontrarse en cierto lugar en un mal momento.

Es un consuelo saber que Dios no causa el sufrimiento. Él no es el culpable de las guerras, los crímenes, la opresión ni las catástrofes naturales que tanto dolor nos producen. Pero aún tenemos que contestar la pregunta de por qué permite todo ese sufrimiento. Si es todopoderoso, está claro que tiene el poder para ponerle fin. Entonces, ¿por qué no lo hace? Como hemos llegado a conocer a Jehová y hemos visto que es un Dios amoroso, estamos seguros de que debe tener una buena razón (1 Juan 4:8).

¿Qué cuestión surgió en el jardín de Edén?

Cuando Satanás consiguió que Adán y Eva desobedecieran a Jehová, surgió una importante cuestión. Satanás no puso en duda el poder de Jehová, pues sabía que no tiene límites. Más bien, puso en duda Su derecho a gobernar. Al afirmar que Dios es un mentiroso y que impide que sus súbditos disfruten de cosas buenas, el Diablo lo estaba acusando de ser un mal gobernante (Génesis 3:2-5). Además, estaba dando a entender que a los seres humanos les iría mejor si no los gobernaba Dios. De esta manera lanzó un ataque contra la soberanía de Jehová, es decir, su derecho a gobernar.

Hay quien piensa que Dios debería haber destruido a los rebeldes y haber creado una nueva pareja humana. Pero él ya había declarado que su propósito era que la Tierra fuera un paraíso y se llenara con los descendientes de Adán y Eva (Génesis 1:28). Y Jehová siempre cumple todo lo que se propone (Isaías 55:10, 11). Además, si hubiera eliminado a los rebeldes en el jardín de Edén, no se habría resuelto la cuestión relacionada con Su derecho a gobernar.

Un maestro está explicando a sus alumnos cómo resolver un difícil problema de matemáticas. De repente, un alumno inteligente pero rebelde afirma que la forma en que lo está resolviendo es incorrecta, y así da a entender que es un mal maestro. El muchacho insiste en que él conoce una forma mucho mejor de resolverlo. Algunos de sus compañeros de clase creen que tiene razón y se rebelan también. ¿Qué debería hacer el maestro? Podría echar de la clase a los estudiantes rebeldes, pero ¿cómo reaccionarían los demás? Tal vez pensarían que su compañero y los que se unieron a él tienen razón. Podrían perderle el respeto al maestro y pensar que tiene miedo de que se pruebe que está equivocado. Pero ahora suponga que el profesor permite que el estudiante rebelde demuestre a la clase cómo resolvería él el problema.

Jehová ha hecho algo parecido. Recuerde que quienes se rebelaron en el jardín de Edén no eran los únicos implicados en la cuestión. Millones de ángeles observaron lo que ocurrió (Job 38:7; Daniel 7:10). La forma en que Jehová respondiera a la rebelión tendría importantes consecuencias para aquellos ángeles y, con el tiempo, para todas las demás criaturas inteligentes. Así pues, ¿qué ha hecho Jehová? Ha permitido que Satanás demuestre cómo gobernaría él a la humanidad. Y también ha permitido que los seres humanos se gobiernen a sí mismos bajo la dirección de Satanás.

Jehová sabe que todos los ángeles y humanos sinceros se beneficiarán cuando vean que Satanás y los demás ángeles rebeldes no tienen razón y que la humanidad no puede gobernarse a sí misma. Aprenderán esta gran verdad que expresó el profeta Jeremías: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23).

¿Por qué tanto tiempo?

Pero ¿por qué ha permitido Jehová que el sufrimiento dure tanto tiempo? ¿Y por qué no evita que sucedan cosas malas? Pues bien, pensemos en dos cosas que el maestro antes mencionado no haría. Por un lado, no impediría que el alumno rebelde demostrara cuál es su solución, y por otro lado, no lo ayudaría a resolver el problema. De igual modo, hay dos cosas que Jehová ha decidido no hacer. En primer lugar, no ha impedido que el Diablo y los que están de su parte intenten demostrar que tienen razón. Para ello ha sido necesario dejar pasar el tiempo. En sus miles de años de historia, la humanidad ha probado todo tipo de gobierno y ha hecho avances en la ciencia y en otros campos. No obstante, las injusticias, la pobreza, los delitos y las guerras no han dejado de aumentar. Está más que demostrado que la gobernación humana es un fracaso.

En segundo lugar, Jehová no ha ayudado a Satanás a gobernar este mundo. Si Dios evitara que ocurrieran crímenes horribles y otras desgracias, ¿no cree que en realidad estaría apoyando a los rebeldes? ¿Verdad que podríamos pensar que los seres humanos sí podemos gobernarnos sin que se produzcan resultados desastrosos? Si Jehová actuara de esa forma, sería cómplice de una mentira. Sin embargo, “es imposible que Dios mienta” (Hebreos 6:18).

Pero ¿qué puede decirse de todo el daño que ha causado la larga rebelión contra Dios? Recordemos que Jehová es todopoderoso. Por lo tanto, puede reparar todo ese daño y, además, va a hacerlo. Como hemos aprendido, nuestro planeta se recuperará del maltrato que ha recibido y se convertirá en un paraíso. Gracias a la fe en el sacrificio de Jesús, los seres humanos serán liberados de las consecuencias del pecado. Y en el caso de los difuntos, la resurrección reparará el daño causado por la muerte. De esa forma, Dios utilizará a Jesús “para desbaratar las obras del Diablo” (1 Juan 3:8). Jehová hará todo esto en el momento que él considere mejor. Podemos alegrarnos de que no haya actuado antes, pues gracias a su paciencia se nos ha ofrecido la oportunidad de aprender la verdad y servirle (2 Pedro 3:9, 10).

Mientras tanto, Dios está buscando a las personas que desean sinceramente adorarlo y las ayuda a aguantar los sufrimientos en este mundo lleno de problemas (Juan 4:23; 1 Corintios 10:13).

Algunos tal vez piensen que todo este sufrimiento se habría evitado si Dios hubiera creado a Adán y Eva de tal modo que fueran incapaces de rebelarse. Para saber por qué no lo hizo, recuerde un valioso regalo que Jehová nos ha hecho.

¿Qué hará Dios al respecto?

Los seres humanos fuimos creados con libre albedrío, es decir, con la capacidad de tomar nuestras propias decisiones. ¿Se da cuenta de lo valioso que es ese regalo? Dios creó también muchísimos animales, pero todos ellos se guían principalmente por el instinto (Proverbios 30:24). Y el hombre ha fabricado robots que están programados para obedecer órdenes. ¿Seríamos nosotros felices si Dios nos hubiera hecho de esa forma? Claro que no. Por eso nos alegra tener la libertad de decidir, por ejemplo, qué clase de personas seremos, qué vida llevaremos y qué amistades haremos. A nosotros nos encanta tener esa libertad, y Dios quiere que la tengamos.

Jehová no desea que le sirvamos por obligación (2 Corintios 9:7). ¿Qué prefiere cualquier padre o madre: que su hijo le diga “Te quiero mucho” porque lo han obligado a hacerlo, o porque le sale del corazón? Entonces, la pregunta que usted debe hacerse es: “¿Cómo utilizaré yo el libre albedrío que Jehová me ha dado?”. Satanás, Adán y Eva lo utilizaron de la peor manera posible, pues rechazaron a Jehová Dios. ¿Y usted? ¿Qué hará?

Usted tiene la posibilidad de utilizar ese maravilloso regalo, el libre albedrío, de la mejor forma. Puede unirse a los millones de seres humanos que se han puesto del lado de Jehová. Estas personas le causan gran alegría a Dios porque demuestran que Satanás es un mentiroso y un malísimo gobernante (Proverbios 27:11).

Lo que la Biblia enseña

▪ Dios no es el causante de las cosas malas que suceden.
Por eso, hombres de corazón, escúchenme.
¡Lejos sea del Dios [verdadero] el obrar inicuamente,
y del Todopoderoso el obrar injustamente!
(Job 34:10).

▪ Al afirmar que Jehová es un mentiroso y que impide que sus súbditos disfruten de cosas buenas, Satanás puso en duda que Dios tenga derecho a gobernar.
Ante esto, la mujer dijo a la serpiente: “Del fruto de los árboles del jardín podemos comer. Pero en cuanto a [comer] del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios ha dicho: ‘No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran’”. Ante esto, la serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”
(Génesis 3:2-5). 

▪ Jehová utilizará a su Hijo, el Gobernante del Reino mesiánico, para eliminar el sufrimiento y para reparar el daño que ha causado la rebelión.

El que se ocupa en el pecado se origina del Diablo, porque el Diablo ha estado pecando desde el principio. Con este propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo.
(1 Juan 3:8).

Porción del libro "¿Qué enseña realmente la Biblia?", puede descargarse en audiolibro, pdf para lectores electronicos,  en el sitio oficial de los Testigos de Jehová.
Cuando un hombre bueno está herido, todo el que se considere bueno debe sufrir con él.
Eurípides

Por lo tanto, puesto que Cristo sufrió en la carne, ustedes también ármense de la misma disposición mental; porque la persona que ha sufrido en la carne ha desistido de los pecados, con el fin de vivir el resto de su tiempo en la carne, ya no para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios.
(1 Pedro 4:1, 2)