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jueves, 26 de septiembre de 2013

Mucho corazón (Emma Elena Valdelamar Casarín) Versión de Sussie 4


Di si encontraste en mi pasado
Una razón para quererme...
o para olvidarme
Pides cariño, pides olvido
Si te conviene
 

No llames corazón
Lo que tú tienes...
De mi pasado
Preguntas todo
Que cómo fue;

Si antes de amar
Debe tenerse fe;

Dar por un querer
La vida misma sin morir
Eso es cariño
No lo que hay en ti...

Yo para querer
No necesito una razón
Me sobra mucho,
Pero mucho corazón...


Di si encontraste en mi pasado
Una razón para quererme...
o para olvidarme
Pides cariño, pides olvido
Si te conviene

No llames corazón
Lo que tú tienes...
De mi pasado
Preguntas todo
Que cómo fue;

Si antes de amar
Debe tenerse fe;

Dar por un querer
La vida misma sin morir
Eso es cariño
No lo que hay en ti...

Yo para querer
No necesito una razón
Me sobra mucho, 

Pero mucho corazón... 

 

El periódico "La Jornada" entrevisto a la compositora Emma Elena Valdemar Casarín, la entrevista la encontrarán en el siguiente enlace
Yo se que un dia moriré... me iré, pero me iré feliz, sabiendo que hice lo correcto, por los indefensos.
Naoto Matsumara

  Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos. . . (Juan 15:13)
 Jesucristo

Enfréntese al desafío de su ambiente


¿POR qué debe usted desear enfrentarse al desafío de su ambiente? Porque las criaturas que no pueden enfrentarse al desafío que les presenta su ambiente mueren; uno tiene que enfrentarse con buen éxito al desafío si quiere continuar viviendo. De hecho, para que uno disfrute de algún grado de salud y fuerza, para seguir progresando, para evitar la frustración, tiene que hacer frente con buen éxito, a cierto grado por lo menos, al desafío de su ambiente.

En nuestro mismísimo cuerpo tenemos ejemplos de cómo se puede hacer frente al desafío del ambiente. Como usted sabe, mientras mayor sea la altitud a que se esté, menos oxígeno hay en el aire. El cuerpo humano se enfrenta a este desafío de las grandes alturas aumentando el número de glóbulos rojos en la sangre. La gente que vive en lugares muy elevados por lo general tiene el corazón más grande que las demás personas. De manera semejante, la gente que vive en las zonas tropicales tiene más pigmento en su piel para protegerla de los rayos del Sol, los cuales dan más directamente allí.

Uno mismo puede protegerse
Hoy no solo sucede que el egoísmo del hombre está convirtiendo su ambiente físico en un ambiente cada vez más nocivo; sobre todo, también el ambiente mental y moral del hombre está siendo contaminado por hombres sin principios morales. Estamos bastante limitados en cuanto a evitar o corregir la contaminación física que nos rodea. Pero, ¿qué hay de la contaminación moral? ¿Podemos enfrentarnos al desafío que representa esto? Sí, podemos hacerlo. ¿Cómo? Básicamente guardando nuestro corazón y ejerciendo dominio propio.—Pro. 4:23.

 Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida.

Dando consideración a la relación del hombre con su ambiente, el difunto Dr. Alexis Carrel, biólogo ganador del premio Nobel, declaró lo siguiente en su libro Man, the Unknown: “Cada individuo puede modificar su modo de vivir, crear en torno suyo un ambiente levemente diferente del de la muchedumbre irreflexiva. Puede aislarse en cierto grado, imponiéndose ciertas disciplinas [físicas] y mentales . . . para adquirir dominio de su cuerpo y mente.”

Sí, los hombres tienen una habilidad natural que les permite excluir de su mente ciertas cosas que los rodean. Pero no basta con poseer esta habilidad natural. Se necesita la ayuda de la Palabra de verdad de Dios y su espíritu si se quiere salir vencedor en un ambiente moral malo. Esto es vital para el cristiano que está en el mundo pero no es parte de él.

Por supuesto, funciona a favor de los intereses del cristiano el alejarse o abandonar, hasta donde sea posible, el ambiente que sea hostil a su bienestar espiritual. ‘Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.’

Sabiamente la Palabra de Dios aconseja: “No tengas compañerismo con nadie dado a la cólera; y con el hombre que tiene arrebatos de furia no debes entrar, para que no te familiarices con sus sendas y ciertamente tomes un lazo para tu alma.”—1 Cor. 15:33; Pro. 22:24, 25.

Pero quizás el cristiano tenga que ganarse la vida trabajando con personas de esa clase. Y a casi todos los jóvenes cristianos se les pone en contacto estrecho con asociaciones malas en la escuela. Por otra parte, puede que un cristiano o una cristiana tenga un cónyuge incrédulo que sea egoísta y además inmoral. Todas esas cosas constituyen el ambiente de los cristianos y son un verdadero desafío.

Cómo hacer frente al desafío

Los testigos cristianos de Jehová han demostrado vez tras vez que se puede hacer frente con buen éxito a este desafío. Muy notable fue su conducta en los campos de concentración en la Alemania nazi, Rusia y otros países. Las condiciones, el ambiente de estos campos, eran tan malas que degradaban a la mayoría de los que eran encarcelados en ellos. Pero de los testigos de Jehová el profesor Ebenstein escribió, en The Nazi State, que “cada miembro parece ser una fortaleza que puede ser destruida pero jamás tomada.” No solo se enfrentaron al desafío de aquel ambiente, siendo ‘rocas en un mar de lodo,’ como lo expresó otro autor, sino que hasta pudieron influir en otros de manera que éstos adoptaran un modo de vivir mejor, cristiano.

Aunque ahora hay comparativamente pocos cristianos en campos de concentración, casi todos ellos viven en un ambiente hostil que representa un desafío. Quizás se ejerza discriminación, quizás otros desafíen con escarnio a un cristiano o se mofen de él a causa de su raza, nacionalidad o religión. ¿Cómo responderá? ¿Se enconchará, por decirlo así, haciéndose amargado y resentido? ¿O estallará en violencia? Eso no sería enfrentarse con éxito al desafío, sino que representaría derrota. Para hacer frente al desafío y salir victorioso tendrá que imitar a Jesús, de quien se escribió: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.”—1 Ped. 2:23.

O quizás el ambiente del cristiano sea sumamente inmoral. Quizás los que lo rodeen en donde esté empleado o en la escuela estén usando habla obscena, estén contando cuentos sucios. ¿Cómo puede enfrentarse con buen éxito a este desafío? Ciertamente por no participar en habla de esa clase, no divertirse con ella, ni prestarle oído curioso. De nuevo la Palabra de Dios da buen consejo, diciendo: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor; y cesen de participar con ellos en las obras infructíferas que pertenecen a la oscuridad, sino, más bien, aun censúrenlas.”—Efe. 5:10, 11.

A veces el cristiano quizás encuentre a sus compañeros de trabajo hurtando artículos de su patrón o haraganeando en el trabajo. Para evitar acusaciones de ser ‘muy santo’ o ‘tratar de mostrarse superior a otros,’ ¿puede participar en esas prácticas? No, si quiere estar agradando a Dios.

¿Qué ayudará a los cristianos a hacer frente a esos desafíos? Una cosa que ayudará es reemplazar el temor de los hombres con confianza en Jehová. (Pro. 29:25)

El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo, pero el que confía en Jehová será protegido.

En ocasiones el temor a los hombres de la casa de uno tiende un lazo, ya sea porque se opongan a Para tener esa confianza uno tiene que alimentar su mente estudiando con regularidad la Biblia, y fortalecer su corazón meditando en ella, y seguir asociándose con otros que buscan la guía de Dios.


Articulo tomado de la revista ¡Despertad! del 22 de enero de 1972, Publicada por los testigos de Jehová. Pueden descargarse mas articulos de la pagina oficial en formatos pdf para su lectura, asi como mp3 y aac en audio.

La belleza de la compasión

ENTRE las cosas que contribuyen al gozo de vivir está la belleza. Y hay diversas clases de belleza. Hay belleza que atrae a los sentidos, como las vistas y sonidos hermosos. También hay belleza que atrae al intelecto, como la literatura hermosa. Pero entre las cosas más bellas de la vida están las personas que poseen belleza moral.

¿Belleza moral? Sí, la belleza que hace llamamiento a lo mejor que hay en nosotros, a nuestra conciencia, a nuestros ideales. Las acciones altruistas, abnegadas, verdaderamente son bellas. Y en particular es bello el mostrar compasión.

¿Qué es esta bella cualidad de la compasión? Según el Diccionario de la lengua española, compasión es “sentimiento de ternura y lástima que se tiene del trabajo, desgracia o mal que padece alguno.” En otras palabras, la compasión mueve a acudir al socorro de los que necesitan ayuda, ya sea física o espiritual, o de los que desean perdón.

¡Cuán alejadas están hoy algunas personas de mostrar compasión! Por ejemplo, el Times de Nueva York del 18 de marzo de 1969 informó en su primera plana: “Joven atado, quemado hasta morir: 19 aprehendidos.” Este fue el modo en que una pandilla de motociclistas se vengó en el líder de una pandilla rival. El mismo diario, el 2 de abril, relató que un hombre colgó de una cuerda, en un baño, a una nenita de dieciocho meses, hija de la mujer con quien vivía, y la azotó con un cinturón de hebilla. Cortada la cuerda, la niña cayó al suelo, donde se le dejó yacer con un brazo roto durante dos días.

La gente que está muy alejada de la compasión también está muy alejada de Dios. ¿Por qué? Porque la compasión es una de las cualidades de Dios, como lo muestra repetidas veces la Biblia. Fue “en la compasión de Jehová” que los mensajeros angelicales apresuraron a Lot y a su familia a salir de las ciudades de Sodoma y Gomorra, que estaban destinadas a la destrucción. (Gén. 19:16, 17)


Opinión personal: Lot fue salvado en diversas ocasiones por los ángeles enviados por Jehová, le mostró también paciencia al escucharlo mientras le pedía no destruir la ciudad si encontraba a mas personas justas. Cuando le pidió ir a una ciudad diferente se lo permitió; aunque dicho cambio tuvo sus consecuencias mas tarde.


A través de su historia Jehová Dios mostró compasión a la nación de Israel, tal como leemos: “Jehová el Dios de sus antepasados siguió enviando avisos contra ellos por medio de sus mensajeros, enviando vez tras vez, porque sentía compasión por su pueblo y por su morada.” Y concerniente a los que hoy le sirven fielmente él dice: “Ciertamente les mostraré compasión, tal como un hombre le muestra compasión a su hijo que le sirve.”—2 Cró. 36:15; Mal. 3:17.

Jesucristo, el Hijo de Jehová Dios, reconoció el valor y la necesidad de mostrar compasión, como se puede ver tanto por sus palabras como por sus acciones. Contrastó al padre compasivo del hijo pródigo con el hermano mayor, que no mostró compasión. También contrastó al buen samaritano que mostró compasión al hombre golpeado, robado y dejado medio muerto en el camino, con el sacerdote y el levita que pasaron por alto a la víctima sin mostrar compasión.—Luc. 10:30-33; 15:20, 27-32, Mod.

Y Jesús practicaba lo que predicaba. En realidad, pudiera decirse que dedicó todo su ministerio terrestre a mostrar compasión a los que padecían necesidad y sufrían espiritual y físicamente. En consecuencia leemos que, “al ver las muchedumbres se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.” Necesitaban ayuda espiritual y se la dio enseñándoles. ¡Y cuán a menudo mostró compasión por sus necesidades físicas, curando a los enfermos, alimentando a las multitudes y hasta levantando a los muertos, devolviendo personas amadas a otros!—Mat. 9:36; 11:28-30; 14:14; 15:32; 20:34; Mar. 1:41; Luc. 7:13, NR.




Opinión personal: la paciencia y la bondad de Jesucristo fueron mostradas al realizar curaciones, pues a una mujer que tenia una dolencia de flujo de sangre, no la regaño ni la humillo delante de los presentes; le dijo con compasión: tu fe te ha sanado, ve en paz. A un hombre que sufría de lepra le mostro compasión al tocarlo aunque pudo no hacerlo y al decirle: ¡Quiero, se limpio!. A una viuda que había perdido a su hijo y al cual resucito, pidio que los dejaran en privado. Todo esto demuestra el amor que también siente Jehová por los seres humanos, pues Jesucristo refleja a la perfección las cualidades de su Padre.


¿Cómo puede usted mostrar compasión? Un modo de hacerlo es ayudando a los que hayan sufrido alguna desgracia. Por ejemplo, no hace mucho tiempo, en Brooklyn, una joven se resbaló y cayó en una acera concurrida. Mostró tener dificultad al tratar de levantarse, pero nadie le prestó atención hasta que un matrimonio cristiano llegó y le preguntó: “¿Podríamos ayudarla?” Ella contestó: “Se lo agradecería mucho.” Al ayudarla a levantarse el matrimonio notó que tenía un brazo enyesado. Con anterioridad se había roto la muñeca. ¡Con razón se le hacía difícil ponerse de pie!

Otro modo en que uno puede mostrar compasión es estando dispuesto a perdonar. Jesús puso de relieve esto en su parábola acerca del esclavo a quien se le había perdonado una deuda grande pero que rehusó perdonar una deuda pequeña que otro esclavo le debía a él. El esclavo que no perdonó fue echado a la prisión hasta que pagara todo lo que debía. Aplicando este principio, Jesús dijo: “Del mismo modo también tratará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano.” El consejo del apóstol Pablo está en armonía con esa parábola: “Háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes.”—Mat. 18:23-35; Efe. 4:32.


Opinión personal: perdonar de corazón implica no llevar cuenta del daño, como se menciona en 1 Corintios 13: 4 al 7 “El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta.”


Los ministros cristianos tienen el privilegio singular de mostrar compasión por medio de llevar las buenas nuevas del reino de Dios a los que tienen hambre y sed de justicia. Tal como sucedió durante el tiempo del ministerio terrestre de Jesús, hoy en día hay muchos que son como ovejas sin pastor.—Mat. 24:14.

¿Qué le ayudará a uno a mostrar compasión? Varias cualidades. Una de ellas es la humildad. Como resultado de ejercer esta cualidad uno no se sentirá superior a los que necesitan ayuda. Otra cualidad es el contentamiento. Impide que uno esté demasiado ocupado para ayudar a los necesitados.

Otra cualidad es la empatía. Al grado que uno pueda ponerse en el lugar de otro, a ese grado podrá mostrar compasión. Y la más importante de todas las cualidades es el amor, amor altruista al prójimo, según lo mostró Jesús en su parábola del buen samaritano. Adecuadas aquí son estas palabras del apóstol Juan: “Cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de la vida y contempla a su hermano pasar necesidad y sin embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera permanece el amor de Dios en él?”—1 Juan 3:17.

Sí, en particular el amor altruista, basado en principios, le ayudará a uno a manifestar la hermosa cualidad de la compasión.




Articulo tomado de la revista La Atalaya del 15 de enero de 1970, Publicada por los testigos de Jehová. Pueden descargarse mas articulos de la pagina oficial en formatos pdf para su lectura, asi como mp3 y aac en audio.

Cántico 77: Sepamos perdonar (Basado en Salmo 86: 5)

Por amor mandó Dios a su Hijo a morir
para dar fin a la muerte y a los hombres redimir.
Si a Jehová, arrepentidos, suplicamos el perdón,
él nos limpia con la sangre que vertió el Redentor.

Dios piedad le muestra
al que sabe perdonar,
al que es tierno y compasivo
y no paga mal por mal.

Aprendamos mansedumbre,
olvidemos el rencor;
las ofensas, aunque muchas,
perdonemos por amor.

La misericordia,
¡oh divina cualidad!,
es vital para el que ansía
vida eterna disfrutar.

Nos dará Dios su cariño
y su compasión también
si su ejemplo imitamos
perdonando como él.


En el siguiente enlace se puede descargar el archivo en mp3, El libro de canticos aqui