La obediencia nos protege (Reflexión)

¿A quién le gustaría hacer todo lo que quisiera y que nadie le diga lo que tenga que hacer? En caso de que necesitemos corrección por algún error o mal proceder ¿Como reaccionamos? A muchas personas se les hace difícil obedecer. A nuestro alrededor vemos a la gente tomar desiciones dificiles sin meditar en las consecuencias. Como popularmente la mayoría dice: hago lo que me dice mi corazon e imaginan que es un buen consejo. Veamos el caso de la destrucción de Jerusalén por los Romanos.

Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de [Jerusalén] retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella (Lucas 21: 20 y 21)

Pues bien, tal como Jesús dijo, los ejércitos de Roma llegaron para rodear y atacar Jerusalén. Más tarde, los soldados se marcharon. La mayoría de las personas creyeron que el peligro había pasado y se quedaron en la ciudad. Pero ¿qué había dicho Jesús que debían hacer? Los que realmente creyeron a Jesús dejaron sus casas y huyeron a las montañas, lejos de Jerusalén.

Pasó un año entero, y no le ocurrió nada a Jerusalén. El segundo y tercer año tampoco ocurrió nada. Algunos quizás pensaban que los que habían huido de la ciudad eran tontos. Pero al cuarto año, los ejércitos romanos volvieron y rodearon Jerusalén de nuevo. Entonces fue demasiado tarde para escapar. Esta vez, los ejércitos destruyeron la ciudad. La mayoría de sus habitantes murieron, y los que sobrevivieron fueron llevados prisioneros.

¿Qué les ocurrió a los que obedecieron a Jesús? Estaban a salvo, lejos de Jerusalén y por eso sobrevivieron, la obediencia los protegió. Notamos el contraste de los judíos que creyeron hacer lo que su corazón les dicto en vez de obedecer la advertencia de nuestro Señor Jesucristo. Por un lado unos murieron y otros que obedecieron la advertencia vivieron. 

Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos, porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. (1 Juan 5: 3 y 4)

¿Por lo tanto que es mejor para nosotros? ¿Hacer lo que parece mejor para la mayoría u obedecer a Jehová?



reflexion basada en el capitulo 7 del libro "Aprendamos del gran maestro" publicado por los Testigos de Jehová, el cual se puede descargar del siguiente enlace